ZUNÁI - Revista de poesia & debates

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JOHN LOPEZ MORALES

 

 

 

 

Ven a ver el sol

deja ya nuestro mundo

Grupo Celeste

 

 

esta es una actitud inconciente,

la carga cercana de una noche

que siente demasiado río

sobre una cabellera estupefacta.

 

Un movimiento orgánico

sobre un sueño celeste en el cielo

y sobre el cielo

una pregunta solitaria y acuífera

si eres provinciano

o si te levantas con el ayuno de la lengua

sobre una sopa cambiaria en múltiples posesiones,

eso no cambia nada,

no a la bestia

ni a los insectos ni al calambre de los ruidos

a lo exquisito de una flor cortada 

que se extingue por un comienzo.

 

Eso me enseño a tener corazón negro y celeste

dependiendo del trabajo que caiga en los ojos

o de los viajes y su distancia, 

por ejemplo yo el chichero José,

varón de vientos suaves

que insiste por las primaveras dentro de los parques

de los muebles vehiculares

sobre la esperanza atrasada del sonido

o de los seres alojados en una cabeza musicalizada

por un ritmo popular.

 

Este es mi ritmo,

la risa vertical de las bestias,

lo tardío de los dolores de muela

en medio de una voz demasiadamente clara.

 

Yo soy claro como una canción humana

que respira tranquilamente,

aún no abro los ojos,

vuelvo al mundo para recuperar mi nombre mi biografía

y el viaje que hago, llego aquí,

distingo vagamente las rayas que dibujas en la ventana,

la sombra más oscura que señala el sitio de los muebles.

 

Te levantas, salgo de la pieza y tomo agua.

 

 

 

PENAL DE LURIGANCHO

 

Para huir de las respuestas en el tiempo

una vieja ola viene a verme a Lurigancho

una piedra marchita en el apagón

una premeditada derrota

permanente en la marea,

hoy es día de visita y

cada fragmento de esa lágrima cercada

como recuerdo ambiguo y vestido por el sol

es fuego encerrado entre grandes animales mudos.

 

Aquí viene la extinción como piedra de aire

porque un sueño escondido es un dolor

una angustia que forma el corazón

entre constelaciones y basurales

entre días y noches

entre despojos valorativos                        

que  arman los pies

en grandes lágrimas

y otras aguas tentativas

como un hambre tenaz en las estaciones.

 

Aquí vive peluca

la materia condenada que desconcierta el vuelo de las moscas

la hoja que es argumento de hielo

que no existe

que es pájaro muerto

suspendido en el ojo

cuando es llamado de noche por un silbido negro.

 

Baja la mañana y saluda con su mano recién desenterrada,

 

yo mordisqueo un mendrugo,

yo la hija abandonada con cabeza de madre

que preguntaba porque quería ser el doble del mundo,

el botón gris de mi padre

mudo como sangre vegetal y terrestre en el aire y el agua.

 

A esto entrego el oído y el ojo

mientras

una avalancha de sangre en el cielo

buscó la expiración.

 

Yo espero a Neto,

yo espero la muerte.

 

 

 

 

DILE

 

Para Júlio Mau

 

Dile de tu voz que viene a cerrar mi sangramiento,

de esta cárcel de tierra

que aleja tu mano echada en la marea,

de tu cuello como palabra delicada

al color invisible del viento.

 

Cuéntale que estoy lavando tu nombre,

disputándolo a los muertos,

mostrando mi resto coagulado 

-hecho por ti una nave-

en los estanques del bosque

donde una boca mueve un ritmo de palabras,

una herida de muerte en la sombra que en tu casa crece

ante un árbol cuya oscuridad es mi corazón.

 

Ven que han caído tus pies

ante una canción popular,

que los astros mueren cerca a los veranos

para esperar la mañana

en esta sangre que calla los de arriba,

 

que mi espuma no es de altavoces

sino de la palabra soplada por las olas y las sombras

que se humedece por los aplausos y la nieve púrpura

que encienden los balcones y las luces aéreas,

 

ven y cuéntale esta historia

al fondo de las casas y los árboles,

ven y cuéntale de mi noche a menudo

que suben al viento su nombre

y se va a otras noches para mirar los colores

que huyen y se hacen mañanas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

* * *

 

 

levanté una casa al norte del país

como lágrima devorándose una lengua.

 

Yo era una rama al borde del Lacramarca

un río frente al mar de los cuerpos,

me vestía con el agua de sus rastros

con la humedad de una sonrisa oscura. Una lágrima,

un orgullo entre muchos orgullos,

un perdón en batallas de besos marítimos,

una hermosa piedra entre Lima y Trujillo.
 

 

*


JOHN LOPEZ MORALES (Chimbote,1983), estudante de Direito pela UNASAM e agente cultural pelo Ministério de Relações Públicas da Espanha. Obteve a menção no Concurso Nacional de Poesia Prima Fermata Literaria organizado pela Faculdade de Letras da UNMSM 2006, terceiro lugar no Concurso Nacional de Poesia, organizado pela Universidade Nacional José Faustino S. Carrión, entre outros prêmios. Foi convidado a participar do 5º Festival Internacional de Poesía Novísima Verba, Lima 2006, do Encuentro Internacional Jóvenes del Mundo, Santiago, 2007, do festival internacional de Poesía País Imaginario,em 2007, entre outros eventos.

*

 

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